En el vibrante centro histórico de Bogotá, especialmente en la emblemática zona de La Candelaria, se encuentran las tiendas y talleres de las artesanías de esmeraldas colombianas, joyería hecha a mano con las esmeraldas más hermosas que produce Colombia.
Anualmente se realiza la FERIA ARTESANAL DE LAS ESMERALDAS, que muestra la destreza de los joyeros colombianos, y también refleja la riqueza mineral que se extrae de las minas colombianas, principalmente de Boyacá y Cundinamarca, entre los municipios destacados se encuentran Muzo, San Pablo de Borbur, Maripí, Quípama y Gachalá reconocidos mundialmente por sus esmeraldas de alta calidad.
Las tiendas comerciales se ubican en las cuadras que se encuentran entre las carreras sexta, quinta, cuarta y las calles novena a 17. La región, conocida por su conexión directa con la minería de esmeraldas, se convierte en un centro neurálgico de la joyería artesanal, atrayendo tanto a turistas nacionales como internacionales interesados en llevarse un pedazo de esta tradición a sus hogares.
La Feria Artesanal: La Feria se realizó con el apoyo del programa Bogotá corazón productivo y fue promovida por la Asociación de Productores de Esmeraldas de Colombia. Un momento y escenario para mostrar el talento y la belleza colombiana
Gracias al apoyo de la Alcaldía Mayor de Bogotá, los joyeros artesanales organizaron una feria que se desarrolló en pleno corazón de la ciudad.
La feria tuvo lugar sobre la Carrera Séptima, entre las calles 12 y 14, una de las avenidas más emblemáticas y concurridas de la capital colombiana. Este evento no solo fue una vitrina de la joyería artesanal, sino también una muestra de la pasión y el talento de los artesanos que, con paciencia y precisión, transforman la piedra bruta en piezas de altísimo valor. Esmeraldas, rubies, opalos y demás piedras preciosas hacen parte de la muestra artesanal.
Durante esta feria, el público pudo disfrutar de una experiencia única, observando en vivo cómo los artesanos, tanto locales como de renombre internacional, pulían las esmeraldas y otras piedras preciosas. La habilidad de los joyeros es fundamental en el proceso, pues es gracias a su destreza que las piedras adquieren su característico brillo y valor.
Caminando por la inmensa carpa dispuesta a lo largo de la Carrera Séptima, los asistentes pudieron ver cómo los artesanos trabajaban en sus mesas, realizando el pulido de las piedras y creando joyas personalizadas como anillos, cadenas, pendientes, tiaras, entre otros.
EL ARTE DE PULIR ESMERALA: DE LA MINA A LA JOYA
Una de las partes más fascinantes de la feria fue el proceso de pulido en vivo. Los joyeros y gemólogos expertos mostraron cómo una esmeralda, que en su forma bruta puede parecer opaca o de poco valor, se transforma en una gema deslumbrante gracias al trabajo artesanal. El pulido de una esmeralda no solo tiene como objetivo darle brillo, sino también realzar los colores y las formas de la piedra, creando reflejos que multiplican su valor.
El proceso de pulido es un arte en sí mismo. Consiste en trabajar cuidadosamente las aristas de la piedra, lo que permite que la luz se refleje de manera óptima. Estos reflejos no solo son visualmente impresionantes, sino que también son los que le dan el valor a la gema, pues un buen pulido puede incrementar el precio de la piedra de manera significativa. Una esmeralda que, en su estado natural, tiene un valor modesto, puede multiplicar su precio hasta 10, 20 o incluso 100 veces, dependiendo de la calidad del trabajo realizado y de la pureza de la piedra.
El pulido se realiza con herramientas especializadas y mediante técnicas que se han perfeccionado durante siglos. Los joyeros colombianos, quienes heredan estas habilidades de generación en generación, dominan el arte de pulir las esmeraldas con una precisión casi quirúrgica. Cada pieza creada no solo es una joya, sino también una obra de arte que refleja la historia y el espíritu de la tierra colombiana.
LA IMPOTANCIA DE LAS ESMERALDAS EN COLOMBIA:
Colombia es reconocida mundialmente como el hogar de las mejores esmeraldas, y su reputación en el mercado global de piedras preciosas es indiscutible. Las minas producen esmeraldas de una calidad inigualable, características por sus colores vibrantes y su transparencia. Estas piedras son el resultado de procesos geológicos que datan de miles de años, y el trabajo de los joyeros colombianos es crucial para transformar estos tesoros naturales en joyas únicas y codiciadas en todo el mundo.
Las esmeraldas colombianas tienen un valor especial no solo por su belleza y calidad, sino también por la historia que llevan consigo. Cada piedra tiene una historia única que conecta a los artesanos con las tierras de donde proviene. Esto da un valor adicional a las joyas, ya que no solo se está comprando una pieza de joyería, sino también un fragmento de la cultura colombiana.
UN FUTURO BRILLANTE PARA LA JOYERIA ARTESANAL EN BOGOTA
La realización de ferias como esta no solo permite a los artesanos mostrar su trabajo, sino que también promueve el reconocimiento de la joyería artesanal colombiana en el ámbito internacional. Bogotá, como capital de Colombia, se consolida como un centro de referencia para los amantes de las esmeraldas y la joyería hecha a mano, atrayendo tanto a turistas como a coleccionistas de todo el mundo.
La feria artesanal de esmeraldas en Bogotá es una muestra clara de cómo la tradición y la modernidad pueden convivir en armonía. Mientras los artesanos pulen sus piedras y crean nuevas joyas, la ciudad se llena de vida y color, y las calles del centro de Bogotá, se convierten en un museo al aire libre donde se pueden ver y comprar las más bellas creaciones hechas con las esmeraldas más finas de Colombia.
Así, la joyería artesanal con esmeraldas de Colombia sigue siendo un orgullo nacional, un símbolo de la riqueza natural del país y de la habilidad excepcional de los artesanos que, con sus manos, dan vida a las piedras más preciosas del mundo. #BarriosVivos