Hablando de Bosa y la discapacidad que asoma
Por: Miguel Ángel González Asociación Pasos Múltiples
La localidad de Bosa, que cuenta con 508.828 habitantes, limita por el sur, con la Autopista Sur, la localidad de Ciudad Bolívar y el municipio de Soacha; por el occidente, con los municipios de Soacha y Mosquera; por el norte, con Mosquera y el río Bogotá y por el oriente, con las localidades de Ciudad Bolívar y Kennedy.
En la localidad séptima la población con discapacidad es de 17.674 habitantes, según registro de caracterización de la Secretaría de Salud. La mayoría de sus habitantes tiene bajo nivel académico, existe poca cultura organizacional, en el nivel socioeconómico corresponde a los estratos 1 y 2, un gran número de habitantes carecen de un empleo formal, y su capacidad económica no supera un tercio de un salario mínimo mensual.
Del anonimato surgen personajes como Julio Cesar Rodríguez, un hombre de aproximadamente de 54 años, habitante del barrio Carbonell, representante discapacidad mental del Consejero Local de Discapacidad.
El Consejo es un espacio de participación, que le permite a la Administración Distrital enfocar y direccionar políticas de atención a la población con discapacidad. De igual manera, realiza un control social sobre los diferentes proyectos que se relacionan con esta población. La localidad de Bosa cuenta con líderes y lideresas en el tema discapacidad, lo cual ha sido de gran importancia para conquistar espacios de participación. Las reuniones del Consejo se realizan una vez al mes en la Casa de Justicia de la localidad y sus representantes son elegidos por cuatro años.
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El Consejo de Discapacidad de Bosa está conformado por Henry Manrique, representante de las personas con discapacidad visual, Olga Castellanos, discapacidad múltiple; Aliris Murcia, discapacidad cognitiva; Oscar León, discapacidad auditiva; Miguel Ángel González, discapacidad física; Albertino Castro, discapacidad física y Marina Arboleda, discapacidad física.
“Me siento orgulloso de mi cargo, considero que hago una labor importante a través de la cual contrarrestamos el estigmas de que somos unas personas enfermas que no le aportan a la sociedad. Seguiré luchando para mejorar la calidad de vida en nuestra localidad y conquistar espacios de participación para que Bogotá siga siendo una ciudad incluyente”.
