El de San Cristóbal, un Consejo de Discapacidad que va sobre ruedas
Por: Jaime Mauricio Gaitán Gómez
Corporación Punto Visión
Raúl Ávila, mecánico aeronáutico, pensionado de la Fuerza Aérea Colombiana, residente en las cercanías del velódromo de la Avenida Primero de Mayo, todos los días llega en su carro a la Alcaldía Local de San Cristóbal, para servirle a la comunidad con discapacidad de dicho sector.
Muchas de las personas que acuden a la Alcaldía, lo confunden con uno de los funcionarios. Para ingresar a las instalaciones arma su silla ruedas y se dispone a orientar a la población que le solicita información sobre los temas relacionados con la discapacidad.
Raúl Ávila fue víctima de un disparo en el marco de su labor en la Fuerza Aérea Colombiana FAC. Él, junto con Jorge López y Teresa Pinto, quienes tienen discapacidad visual, impulsaron la creación del Consejo Local de Discapacidad (CDL) de San Cristóbal.
Gracias a la persistencia y al esfuerzo continuo conquistaron varios espacios; en este lucha el hospital de San Cristóbal fue la primera entidad que los acogió, prestándole un recinto para las reuniones “al comienzo nos reuníamos en mi casa y teníamos que sortear una serie de dificultades”, afirma Raúl Ávila.
Por no contar con más personas que trabajaran el tema discapacidad, la Alcaldía Local decidió conformar el CDL, facilitándole, al naciente Consejo, el auditorio para las reuniones que se realizan el primer viernes de cada mes. Sin embargo, una de las dificultades para realizar las reuniones, era el acceso a las instalaciones, por lo cual, se acondicionó (rampas y baños) el lugar para que las personas con discapacidad se desplazaran sin restricciones.
Antes de ser conformado el CDL de San Cristóbal no existían proyectos que beneficiaran a la población con discapacidad, según Ávila. Por ello, se desarrollaron los proyectos Escuela de formación deportiva para personas con discapacidad, apoyo a niños y niñas con parálisis cerebral de cero a 14 años, el bono alimentario, capacitaciones en sistemas, conformación de microempresas, entre otros.
“Los objetivos de los CLD, es dar cumplimiento al Acuerdo 137, siendo implícito, el servicio a la comunidad con discapacidad, asegurando que quien no cumpla con éste, no debe ser parte de un CLD. No saber hacer seguimiento a un proyecto, no hacer parte de una mesa de trabajo o formular un propuesta, son algunas de las falencias y muchas de las personas que son elegidas como consejeros o consejeras de discapacidad no manejan estos temas. Por ello, es importante participar en las convocatorias que fortalecen el trabajo de las organizaciones sociales como la que realiza el IDPAC, donde recibimos una orientación precisa para que podamos hacer nuestro trabajo de manera asertiva”, resalta Ávila.