LA JUSTICIA DICEN QUE ES CIEGA Y COJEA, PERO LLEGARÁ

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Jun 19, 2015

Nelson Julián Villamizar

Fuente Edición Periódico Proclama 083 de Junio de 2015

Por estos días ante la negativa de un Juez a tutelar derechos fundamentales, me vi precisado a oficiar de tinterillo como se le dice coloquialmente a los abogados empíricos, en una maratónica jornada de investigación en la que tuve a favor un fin de semana con lunes festivo y a los 3 días de ley para presentar impugnación, además de la valiosa asesoría de mis entrañables amigos Carlos Alberto Parra Dussan Comisionado por Colombia ante la ONU y Rodrigo Acosta connotado líder Nacional de la Comunicación Comunitaria Alternativa y Popular. 

Consultando el Wikypedia, Google y paginas especializadas en asuntos jurídicos, pude comprobar la tremenda cantidad de normas constitucionales, legislativas, sentencias o jurisprudencias sobre los derechos de las personas con discapacidad, muchas de ellas para mí desconocidas que jamás las había siquiera oído mencionar, embargándome la sensación agridulce por constatar que en esta materia lo tenemos casi todo, pero disfrutamos casi nada.

 

Es decir existen los medios pero no sabemos disponer de ellos , es obvio que esto sucede en todas las áreas del conocimiento humano, de allí una de las tantas satisfacciones y razones de ser del periodismo o mejor del ejercicio de la información y las comunicaciones, como es compartir de la sabiduría, entendiendo que la experticia y la educación va formando escalonadamente a los técnicos, de ahí a los tecnólogos, profundizando y ampliando los conocimientos se llega al profesionalismo, de ahí a las especializaciones, maestrías y Así mismo los comunicadores desarrollan su experiencias en aéreas especializadas del conocimiento cubriendo idóneamente la economía, la política, como a las ciencias y tecnología, los deportes y en general todas las facetas de la vida en sociedad donde el conocimiento aplicado y los protagonistas de cada una de esas aéreas establecen sus propias dinámicas incluidas las relaciones de poder y aquí hago un énfasis respecto de esa verdad tantas veces expresada, según la cual “El que tiene el conocimiento, tiene el poder”, marcando así la diferencia en esta llamada “Sociedad del conocimiento”.

 

De cómo establecemos relaciones con el conocimiento y como lo usamos, si es para compartirlo multiplicando la sabiduría, ayudando a nuestros semejantes en la generación de beneficios, transformando esas duras realidades insatisfactorias, propiciando los satisfactores o si el uso de ese conocimiento es egoísta y lo acumulamos solo para aumentar el poder y dominar a los demás, la mitología Griega cuenta que los dioses eran dueños del fuego como simbolizado al conocimiento y Prometeo lo compartió con los mortales, por esto fue duramente castigado, igual en la Biblia encontramos otra dura analogía.

 

El árbol del fruto prohibido o del bien y del mal que corresponde al de la sabiduría y el conocimiento y según las iglesias ortodoxas y recalcitrantes, Dios siendo celoso expulso del paraíso a los infractores por desobedecer su mandato divino y para impedir que fueran como él, este es uno de los tristes orígenes de la era del oscurantismo, donde la información y el conocimiento eran reserva de la iglesia, que mantenía su exclusiva potestad oculta por monjes y sociedades secretas, hasta nuestros días, está es una inveterada costumbre de las logias y elites, que se creen privilegiados adueñándose de la información y el conocimiento para sojuzgar a sus congéneres.

Desde la antigua Roma y hasta nuestros días se simboliza el supremo conocimiento revistiendo a sus portadores con toga y birrete, así en las ceremonias de graduación se visten los superiores académicos que doctoran a otros y los magistrados o jueces que imparten justicia, lo cierto es que debajo de esas vestimentas se encuentran seres de carne y hueso, que por muchos conocimientos que tengan pueden cometer errores por ejemplo de interpretación o hermenéutica, cuando fallan en sus fallos, así suene como retruécano o paradójico, dicho de otra manera pueden equivocarse al emitir sentencia, entonces el reto para una persona del común es desde su ignorancia superada y la lógica empírica dar luces a los administradores de justicia simbolizada por la diosa Temis, que siempre aparece con los ojos vendados.

 

De allí surge el adagio popular la justicia es ciega y nos corresponde a los ciudadanos comunes y corrientes orientarla y en este caso, yo que soy persona con discapacidad visual o ciego, bien puedo decir que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver y por estos días con mis pocos conocimientos me ha tocado darle luces a un togado para propiciar que así sea cojeando pero que la justicia llegue y hablando de justicia en esta Proclama compartimos la nueva Ley Antidiscriminación de las personas con discapacidad, la más reciente  modificación del Acuerdo del Sistema Distrital de Discapacidad y continuaremos con el Marco Legal para la información y las comunicaciones de las personas con discapacidad, para que  de una vez por todas desarrollemos la visión de nuestra sociedad para que no siga dando traspiés.

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